Argentina tiene señales claras de que su sector O&G podría estar fuertemente subvalorado

Al momento de comparar valuaciones, el equity argentino está claramente barato.

Argentina atraviesa un momento en donde los mercados globales de petróleo y gas exageran los riesgos de exceso de oferta para 2025-2026, mientras los activos locales muestran fundamentos operativos que el mercado aún no los pricea plenamente. El crudo marcador Brent ha estado inestable pero con previsiones moderadas: JPMorgan estima ~US$66/barril en 2025 y ~US$58 en 2026, y la EIA proyecta caída gradual hacia US$50/barril si aumentan los inventarios globales.

Si bien estas previsiones no contemplan plenamente el riesgo geopolítico, las expectativas exigen eficiencia, aunque no borran la ventaja potencial de productores locales con costos competitivos y buen perfil exportador.

Argentina tiene señales claras de que su sector O&G podría estar fuertemente subvalorado. YPF proyecta un EBITDA para 2025 de entre US$ 5.200-5.500 millones si el Brent se mantiene en US$ 72,50, pero ajusta ese rango a ~US$ 4.200-4.500 millones dado que el crudo ronda los US$ 60 actualmente. Esa sensibilidad existe, pero también destaca que la producción shale crece, que las inversiones se concentran en Vaca Muerta y que la compañía está dejando atrás campos maduros menos productivos.

  • En 2024 YPF registró EBITDA ajustado de US$ 4.654 millones, +15% interanual, con producción shale promedio de ~122.000 barriles diarios, llegando hasta ~138.000 bpd hacia fin de año.

Al momento de comparar valuaciones, el equity argentino está claramente barato: la mayor empresa del sector, YPF, presenta un múltiplo EV/EBITDA cercano en torno al 4.6×, lo que ya lo ubica bastante por debajo de empresas globales consolidadas de integración, como Chevron, cuyo múltiplo ronda 8.5×, o ExxonMobil, que se mantiene en rangos similares de ~7.5 – 8×.

En América Latina, compañías como Ecopetrol muestran múltiplos más cercanos de 4.4×, pero operan con menor riesgo operativo/exportador y regulatorio, lo que enfatiza que el descuento de YPF no se debe solo a sus propios resultados, sino a la prima de riesgo país argentino.

Entre los emergentes o integradas de Asia/Oriente Medio, los múltiplos tienden a situarse entre 6 – 8×, lo que reafirma que YPF está significativamente marginada en su valoración si se compara con su capacidad de generación de caja, producción creciente, y potencial exportador que no ha sido plenamente reconocido por el mercado

El sector de deuda corporativa argentino en O&G ofrece yield elevados que reflejan la prima de riesgo país. Esa prima puede parecer alta, pero ofrece carry significativo mientras la macroeconómica mejore: inflación más baja, tipo de cambio relativamente estable con tendencia al alza, reglas claras para exportación y transporte, tarifas más previsibles. Si esos elementos mejoran, hay espacio para que la compresión de spreads genere ganancias de capital además del rendimiento corriente de los bonos.

Un elemento crítico para que el sector en Argentina despegue definitivamente es la infraestructura. No basta con aumentar la producción: evacuación, transporte interno, gasoductos, oleoductos, plantas de licuefacción (GNL) y reducciones de cuellos de botella son esenciales. Los costos logísticos y los peajes transfronterizos, por ejemplo, presionan los márgenes esperados y pueden erosionar parte de la ventaja si no se gestionan bien. Argentina tiene ventaja operativa en no convencional, pero depende de estas mejoras.

En nuestro escenario base para los próximos 24 meses, si el Brent se mantiene en US$60-70, tipo de cambio ajustado (no desbordado), avances reales en infraestructura exportadora y mejorías regulatorias, sugiere retornos totales entre 25 – 40% para carteras bien balanceadas con acciones líderes como YPF y bonos corporativos de calidad. 

En escenario optimista, con Brent hacia US$75-80, macro estable y exportaciones crecientes, el upside podría acercarse al 50% o más. En un escenario adverso, si los precios del crudo caen por debajo de ~US$50 por un período prolongado o hay demoras importantes regulatorias/infrastructurales, los retornos probablemente se limiten al rendimiento corriente de bonos (~10-15%), con baja revalorización del equity.

Lo que distingue al inversor exitoso será la selección fina: elegir emisores robustos con balances sólidos, costos operativos competitivos, capacidad de reinversión y foco claro en no convencional. En equity YPF destaca entre ellos, pero empresas como Vista Energy, Pampa, TGS, TGN y otros jugadores con exposición al midstream/gas no convencional podrían capturar valor adicional si las exportaciones de gas o petróleo se incrementan, tarifas de transporte se estabilizan y costos logísticos no erosionan el margen.

El mercado global podría presionar los precios hacia abajo si el exceso de oferta se materializa o la demanda se enfría, pero los márgenes de producción no convencional en Argentina están en un rango que permite mantener margenes. Con el Brent de US$ 60, producción en crecimiento, exportaciones activas y control logístico, los proyectos locales tienen ventaja comparativa.

El O&G en Argentina representa una rareza atractiva: valoraciones deprimidas que no reflejan completamente el crecimiento exportador ni la mejora operacional, bonos con yields generosos y un diferencial de riesgo que podría comprimirse si hay señales macro y regulatorias claras. 

Para el inversor agresivo es recomendable asignar exposición significativa al sector, mezclando acciones de empresas con perfil consolidado con bonos corporativos de empresas tier 1, entrando de manera escalonada para amortiguar la volatilidad.

No es una apuesta exenta de riesgo, pero sí una inversion fundada a considerar lo que muchos aún no ponderan: bajo precio hoy, buen potencial mañana, y retorno posible para quienes toleran incertidumbre razonable.

 

 

Fuente: El Economista

Escritor en estos portales

COMPARTIR

¡Hablemos ahora!